La finalidad de este taller es dar voz a estas personas con diversidad funcional y, obtener resultados y conclusiones, concretamente se pretende identificar capacidades y habilidades que hacen que el turismo sea más accesible, con el objetivo de tenerlas en cuenta en los cursos de formación. Estos cursos instruirán a los operadores turísticos y hoteleros para que sepan ajustarse a las necesidades de este sector. 

 

 

En Europa el 5% de la población tiene el certificado de discapacidad. Sin embargo, los datos facilitados por Inmaculada Placencia, jefa adjunta de la Unidad de Derechos de las Personas con Discapacidad de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales, Habilidades y Labor de Movilidad de la Comisión Europea, apuntan que un 25% de los europeos consideran que tienen sus capacidades mermadas a la hora de realizar diversas tareas.

 

Durante el taller de debate, los miembros de FRATER hablaron de la problemática que puede suponer viajar, para alguien con movilidad reducida. Obstáculos que se inician a la hora de elegir un destino, por las barreras arquitectónicas; siguen cuando van a coger un medio de transporte, por ejemplo, en los aviones solo dejan subir a dos personas en silla de ruedas; y continúan también durante su estancia en el alojamiento.