Los residuos que no hayan podido ser aprovechados por otra vía, astillas y las láminas de virutas provenientes del campo, se transformarán en astilla combustible o pellet. Para obtener este producto, una vez triturados los restos de la poda, se siguen los siguientes pasos:
1.      Separación de astillas y hojas.
2.    Introducción de astillas en el proceso de bio-secado con aporte de calor mediante generador de aire de biomasa para reducir la humedad contenida a valores cercanos a los 12-14% de contenido de humedad.
3.     Triturado refinado en molino de martillos.
4.      Pelletizado.

El pellet obtenido en el proceso, aunque con mayor contenido de cenizas y un poder calorífico ligeramente inferior al pellet comercial certificado, es totalmente válido para procesos industriales en los que se requiere de una fuente de calor. Su principal uso es, por tanto, el de fuente energética para calderas y procesos industriales.

Así, en planta piloto se ha conseguido fabricar un combustible biomásico a partir de una materia prima con muy bajo coste que puede comercializarse y cuyo balance energético final es muy positivo, ya que para secar 1 kg de biomasa sólo son necesarios 0,048 kg de pelet, lo cual proporciona un rendimiento del 94%.